jueves, 11 de agosto de 2016

Cortadoras de Ceramica

¿Cortadora eléctrica o cortadora manual?

Fuente: Rubi.com

Una de las dudas que nos pueden surgir a la hora de hacer alguna reforma o algún trabajo de colocación de cerámica es si debemos trabajar con una cortadora eléctrica o manual. Ambos tipos de herramientas  presentan ventajas e inconvenientes respecto a la otra, así pues habrá que pensar un poco más allá para decidir cuál es la más indicada en cada momento o si por el contrario debemos de utilizar los dos tipos. En primer lugar, analizaremos cada familia y destacaremos los puntos más importantes y significativos.

Las cortadoras manuales de cerámica, son herramientas más o menos simples en cuanto a funcionamiento y montaje, con las cuales podremos cortar una baldosa cerámica sin gran esfuerzo de una forma muy rápida y con un buen acabado. Éstas pueden ser de diferentes medidas para adaptarnos a los diferentes formatos cerámicos del mercado, ya que como sabemos, los fabricantes de cerámicas suelen optar cada vez por formatos más grandes. Pueden tener también diferentes potencias, por lo cual, deberemos saber cuál es la más indicada para cada tipo de material, dependiendo de su dureza. Otro aspecto a destacar es si su separador es monopunto o multipunto, es decir, si podemos realizar la separación post rallado en un solo lugar o en cualquier punto de la máquina. Este aspecto es muy importante, y aunque puede pasar desapercibido, lo valoraremos mucho cuando tengamos que realizar algún trabajo en el que tengamos que hacer corte a 45 grados.


Debido a su morfología, son herramientas que no requieren un gran mantenimiento, y que pueden llegar a ser útiles durante muchos años si se cuidan bien. Una de las más famosas a nivel mundial, es nuestra cortadora TS, disponible en 4 longitudes y con la posibilidad de poderla ver trabajar en muchos lugares del planeta. A día de hoy sigue siendo la cortadora de cerámica más copiada del mundo. Las cortadoras manuales son sencillas de usar, no requieren grandes preparativos y podremos realizar un corte de buena calidad en muy poco tiempo.

En cuanto a las cortadoras eléctricas podemos diferenciar entre diferentes tipos: existen las cortadoras para trabajar con agua y en seco, como por ejemplo máquinas de agua o amoladoras respectivamente. Por otra parte podemos diferenciar también entre móviles o fijas, aunque todas ellas tienen una ventaja respecto a las manuales y es que éstas nos ofrecerán la posibilidad de hacer más tipos de cortes. Todas ellas trabajan con herramientas de motor eléctrico y discos de diamante, de diferentes diámetros y composiciones para adaptarse a la variedad de materiales que existen en el mercado. Requieren un mantenimiento mínimo de limpieza tras el uso y un cuidado al transporte para asegurar la integridad de la máquina.

máquina electrica para cortar cerámicaCon las cortadoras manuales podremos hacer cortes rectos, igualmente que con las manuales, pero aparte podremos hacer cortes de esquinas, ingletes, cortes a bisel, agujeros cuadrados en el interior de las baldosas o incluso ranuras en escalones para evitar resbalones. Es necesario de comentar también, que normalmente obtendremos resultados más cualitativos con cortadoras refrigeradas con agua, aunque los trabajos sean un poco más lentos. En RUBI®, estamos siempre en continuo estudio y desarrollo de estos tipos de herramientas, como por ejemplo la DC-250-850, una máquina especialmente diseñada para el colocador de cerámica que también realiza otros trabajos de corte, muy versátil y transportable, y que gracias a su precio la convierten en una solución magnífica para el profesional de la colocación.

Ahora bien, llega el momento de relacionarlas, decidir si es mejor trabajar con una cortadora manual o con una eléctrica y cuáles son sus ventajas e inconvenientes en cada uso y en cada situación de trabajo. Como ya hemos visto, con las cortadoras manuales podremos trabajar de una manera muy rápida y sencilla para obtener un buen resultado, eso sí, solo podremos hacer un tipo de corte. Por el otro lado, tenemos las cortadoras eléctricas, un poco menos transportables, más lentas pero con las que podremos obtener los mejores acabados y una mayor variedad de cortes. Normalmente, el profesional dispone de una herramienta manual y alguna eléctrica, y las va alternando de manera que pueda optimizar el tiempo.

Un ejemplo podría ser una reforma de una cocina en un cuarto piso de una finca sin ascensor; en este caso, intentaríamos decantarnos por una máquina manual, más ligera y de más fácil transporte, pero ¿y si tuviésemos que hacer algún corte especial? ¿y si tuviéramos que hacer algún inglete? En estos casos actuaríamos de dos formas posibles: la primera y más usual es la de hacer servir una amoladora. No es la solución que más nos guste, ya que quizá es la que más práctica requiere para un buen acabado per reconocemos que es una herramienta muy versátil y que nos puede sacar de más d un apuro. La segunda, sería la de hacer los cortes en nuestra máquina refrigerada por agua fuera del lugar de trabajo, por ejemplo nuestro almacén. Sería quizá una solución más cualitativa pero muy lenta.

El otro caso sería por ejemplo una obra nueva, donde aún no vive nadie. En este caso, podremos trabajar cómodamente con nuestra cortadora eléctrica y ser la mejor opción para realizar todos aquellos cortes que con la manual no podemos lograr. En esta situación, al tener la máquina en la obra nos permitiría también el poder cortar otros materiales de obra, con el consiguiente ahorro de tiempo.


En definitiva, nos resultará muy difícil decir cuáles es mejores que otras, ya que cada una tiene sus ventajas e inconvenientes así como sus particularidades; no obstante, creemos que el mejor escenario es una combinación de ambas, sabiendo muy bien cuáles son sus  limitaciones y sabiendo escoger la herramienta adecuada en todo momento, con la finalidad de ahorrar tiempo y dinero y llegar a conseguir una instalación con los mejores acabados y de calidad.


Seleccion de rodel y tecnica de rayado.